martes, 24 de noviembre de 2015

Y de repente llegaste tú... Lucas

... desperté a las 6:30 con contracciones pero realmente no sabía que eran tales, pensé que serían molestias propias de que ya se estaba acercando el final me parecía un poco difícil que mi niño fuese tan puntual y naciese el día que salía de cuentas. Así que me di media vuelta he intente dormir un poquito más ya que me quedaba media hora para que sonase el despertador.

 A las 7:00 me levanté como todos los días para ir al trabajo (sí trabaje hasta el últimisimo momento) seguía sintiendo molestias pero no eran muy fuertes. Estuve toda la mañana con ellas cada 20 minutos aprox., a veces me paraban. Como no tenía muy claro que fuesen le pregunte a mi grupo de whatssap (fui de las últimas en dar a luz) si las contracciones eran como el dolor de regla a lo que lógicamente me contestaron que sí. Así que confirmaron que este niño me estaba avisando de que estaba llegando el momento.

 Avise a Miguel (el papá) de que estaba teniendo contracciones, le dije que eran muy suaves y con bastante distancia entre ellas pero ahí estaban (trabajamos en la misma empresa por eso lo avise por sea caso nos teníamos que salir corriendo jeje)

 La cosa iba con mucha calma ya que trabaje mis 8 horas y me fui a casa. Desde la hora de la comida ya no se había parado más, cada vez las tenía más seguidas y fuertes. Al llegar decidí darme una ducha y revisar las cosas del hospital por sea caso.

 Hacía las 9:00 de la noche la cosa se estaba empezando a poner seria, las contracciones ya eran cada 7 min. y bastante fuertes por lo que decidimos acercarnos al hospital. Una vez llegamos tengo que decir que sentí que las personas que me atendieron se estaban riendo de mí, la verdad. Lo primero que me preguntó la que supongo que sería la matrona porque no me o dijo fue:

 "Matrona": ¿Eres primeriza no? (Con una sonrisa, pero no de amabilidad precisamente)
 Yo: Sí
"Matrona": ¿Cuándo sales de cuentas?
Yo: Hoy
"Matrona": Ah! Y tú ya quieres que nazca hoy no?
 Yo: No, pero es que tengo contracciones.
 "Matrona": ¿Y no fuiste a las clases de preparación?
 Yo: Sí
"Matrona": ¿Y cuándo te dijeron que tenías que venir?
 Yo: Cuando tuviera contracciones cada 5 min.
 "Matrona": ¿Y cada cuánto las tienes?
 Yo: Cada 7 min.
 "Matrona": Pues vamos a ver pero yo creo que no estas de parto.

 Y así entre en la sala que me vio y luego me puso monitores, para finalmente venir la ginecóloga y decirme que me mandaban para casa, que las contracciones eran de preparto y que igual me pasaban o que en unas horas tenía que volver, pero como vivía cerca... (cerca para ellos es 10 min en coche)

 Llegue a casa sobre las 12:30, reventada ya que cada vez que subía en el coche las contracciones se aceleraban. Me fui para cama y estuve toda la noche con contracciones cada 5 min. no se pararon en ningún momento de echo a veces eran cada menos. Por momentos me desesperaba pensando que si esas no eran de parto como serían cuando estuviese. A las 7:00 me levante y me di una ducha de agua caliente y la verdad es que me relaje bastante, pero en cuanto salí volvimos a lo mismo.

 A las 9:00 de la mañana ya dije hasta aquí, me voy al hospital si no estoy de parto que me den algo por que ya no aguantaba más. El camino se me hizo eterno y aún por encima no encontrábamos sitio para aparcar. Cuando estaba entrando iba pensando en la que me había atendido la noche anterior y rezando para que ya no estuviese. Y tuve suerte porque no estaba. Le conté a las chicas que me atendieron y me revisaron, en cuanto me vieron ya me dijeron que estaba de parto y dilatada de 5cm!!!!! yo les dije que claro como la otra me había dicho que eran de preparto que por eso no había ido antes. Y su respuesta fue: "Menuda campeona, como aguantaste!!" Ahora casi prefiero haber aguantado tanto en casa y poder encontrarme con el maravilloso personal que me atendió.

 Me adjudicaron mi habitación y estuvieron muy atentas conmigo, me trajeron la pelota de pilates y me dieron todas las comodidades para que todo fuera lo mejor para mí. Me sorprendió que una de las primeras cosas que me preguntaron al entrar fue si tenía plan de parto, y digo que me sorprendió porque la verdad es que ni se me pasó por la cabeza prepararlo, me dijeron que no pasaba nada que lo iríamos viendo sobre la marcha.

 Allí estaba yo llevándolo lo mejor posible, me pusieron un monitor inalámbrico lo que hizo que pudiese mover a mi antojo por la habitación. Cuando llevaba más o menos sobre hora y media allí vinieron a preguntarme si quería ponerme la epidural ya que estaba en el mejor momento. Como las contracciones se me habían relajado bastante tuve bastantes dudas, entonces decidieron romperme la bolsa y ahí comencé a tener contracciones muy fuertes fue en ese momento cuando decidí que quería la epidural.

 En el momento que me la pusieron fue un gran alivio, como que ya no sentía dolor jeje. Sé que hay muchas mujeres que prefieren un parto totalmente natural sin epidural pero tengo que decir que yo he podido vivir mi parte de una forma diferente a lo que hubiera sido con el dolor que estaba sintiendo. En todo momento sentí las piernas y pude moverme sin problema ( en la cama está claro no pude levantarme de ella)

 Sobre las 6 de la tarde pasaron a verme y ya tenía la dilatación completa por lo que las matronas ya se quedaron conmigo para que comenzara a empujar. En ese momento se dieron cuenta que el bebé había echo el meconio dentro por lo que ya me avisaron que tendría que ir a paritorio pero estuve un rato en la habitación empujando para colocarlo lo mejor posible. Me avisaron para que no me asustará de que si en el momento de nacer el bebé no lloraba se lo llevaría el pediatra para poder aspirarle por si había tragado algo, si lloraba me lo pondrían encima con total normalidad.

 Y llegó el momento en que me llevaron al paritorio, estaba un poco nerviosa ya que tampoco iba a poder estar Miguel asique iba a hacerlo completamente sola.

 Fue muy rápido, me cambiaron de camilla y ya me comenzaron a decir que empujase igual que o estaba haciendo antes. Un par de empujones y me dijeron que iban ayudarme con la ventosa porque le estaba costando un poco salir... Y llegó el momento, otro empujón y pude ver como comenzaba a salir su cabecita. Y lloró, y en ese momento conocí al hombre de mí vida. Ya estaba aquí Lucas.



 En el último momento se giro y salió mirando hacía arriba y eso hizo que tuviera un desgarro importante, pero gracias a los maravillosos profesionales que me tocaron tuve una recuperación estupenda, al igual que el embarazo y el parto.

 Después de la presión de salir el bebé quede un poco en shock pero reconozco que es el momento más maravilloso de mi vida. El sentirlo piel con piel conmigo ha sido y es una sensación maravillosa.


¡Bienvenido Lucas!

Tamara

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